Sé que si visito su blog una vez por mes, me voy a encontrar con su última entrada. Es una dosis mensual, esperada. Hernán no escribe todos los días y a veces ni siquiera a lo largo de la semana.
Pero es el trato y la relación (y la fidelidad) que existe entre el autor y el lector.
Su última entrada, Mínimos avances en la cama es el tipo de lectura que me gusta recomendar.
Menos la cama, todo ha mejorado en este mundo. Antes cocinábamos la sopa haciendo fuego con leña, ahora metemos el tazón directamente al microondas; hace medio siglo podíamos tener hasta cincuenta longplays en casa, hoy tenemos quinientas discografías completas en el bolsillo; ayer íbamos a los sitios a caballo y tardábamos meses en llegar, ahora nos movemos en aviones y en tren bala. Todo lo que nos importa ha evolucionado menos la cama, la cama no. Dormir sigue siendo la misma mierda desde el siglo once.
Si seguís el enlace, posiblemente también opines como él. Que lo disfrutes.